Tips para alejarte de las ampollas y tratamiento si ya las tienes

Seguro que alguna vez te ha pasado y no supiste como tratarlas

 

¿Por qué se producen las ampollas?
La ampolla es un mecanismo de defensa de la piel, después de producirse una quemadura o rozamiento entre la epidermis (capa más externa de la piel), y la dermis (capa interna de la piel), provocando la separación entre las dos capas. El espacio entre ambas se llena de fluido linfático formando las ampollas. Éstas son provocadas por un agente externo; en el caso que a nosotros nos compete, la carrera a pie, puede ser por los siguientes factores:

– Calcetines mal colocados, poco transpirables o muy finos.
– En condiciones de lluvia o cuando nos echamos agua por encima para refrescarnos, nuestros calcetines y tenis pueden mojarse, y esa humedad producirnos ampollas.
– El propio tenis en contacto directo con nuestra piel.
– Un calzado desgastado o inadecuado para correr.
– Correr por un terreno irregular hace que nuestros pies se muevan en el interior del calzado, provocando rozaduras.
– La morfología de nuestros pies: pies planos, juanetes o dedos en martillo, entre otras, pueden provocar también ampollas.

¿Cómo podemos evitarlas?
A continuación te ofrecemos algunos consejos para evitar las temidas ampollas y no tener que hipotecar nuestro rendimiento por las mismas, ya sea durante un entrenamiento o en la propia competición.

NUEVO CALZADO. Si estás de estreno, te aconsejamos que primero las utilices para estar en casa y caminar, al menos una semana antes de salir a correr con ellas. De esta forma el calzado se adaptará a nuestro pie y a la pisada. Del mismo modo, evita alargar la vida de tus tenis, pues el desgaste de las mismas al deformarse puede provocarnos ampollas.

CALCETINES. El calcetín debe adaptarse a la perfección al pie, sin producir arrugas, y debe ser de tejido natural y que permita la transpiración, ya que el exceso de calor en los pies es también la causa de la aparición de ampollas.

HIDRATACIÓN CORRECTA. Es aconsejable mantener una correcta hidratación de los pies, bien con cremas hidratantes (las hay específicas para pies) o poniendo vaselina en las partes en las que el roce puede ser mayor, como los talones, dedos, el tobillo, etc.

ZONAS MÁS PROPENSAS. Si antes de salir a correr piensas que alguna zona de tu pie puede ser más susceptible de producir ampolla, frota con alcohol las zonas más expuestas o cubre esas zonas con un esparadrapo.

 

La importancia de los calcetines
A menudo nos pasamos horas comparando productos cuando tenemos que elegir unas zapatillas, un casco, una bicicleta… pero con frecuencia nos olvidamos de los calcetines, uno de los materiales que también es de gran valor para nuestra práctica deportiva.
En los pies se encuentran infinidad de terminaciones nerviosas, lo cual implica que cualquier sensación que tengamos a través de ellos, sea placentera o no, se transmitirá al resto del cuerpo, de ahí la importancia de elegir los calcetines adecuados para evitar rozaduras o ampollas.

 

Una vez que se producen… ¿cómo curarlas?
Una vez que la ampolla se ha producido debemos tratarla para que, en el menor tiempo posible, desaparezca. Se recomienda mantenerla intacta, ya que la piel sobre la ampolla proporciona una barrera contra las bacterias y reduce el riesgo de infección.
Si es muy grande y se encuentra situada en una zona donde se recarga el peso corporal y duele mucho, se recomienda picarlas. Veamos a continuación los remedios para tratar una ampolla, así como el proceso de pinchar la misma y sus cuidados.

 

CUIDADOS PARA LA AMPOLLA QUE PERMANECE INTACTA
Si cesamos la actividad que nos ha provocado la ampolla, el propio cuerpo reabsorberá el líquido y desaparecerá. A continuación te damos unos remedios caseros para aliviar las molestias de las mismas y favorecer la reabsorción del líquido:
1. Frotar ligeramente el área con un cubito de hielo para aliviar el dolor.
2. Confeccionar una cataplasma con zanahoria rallada y aplicar directamente sobre la región afectada.
3. Aplicar el jugo de 2 o 3 dientes de ajo directamente sobre la ampolla.
4. Poner unas gotas de aceite esencial de lavanda en una gasa y colocar sobre la ampolla.

 

AMPOLLA QUE DEBEMOS PICAR
Si decidimos pinchar la ampolla, sigue estos pasos para evitar infecciones:

a) Lavar la ampolla con agua y jabón o pasarle previamente un algodón con alcohol.
b) Atravesarla con un aguja y un hilo empapado en cualquier antiséptico. Dejar el hilo atravesado en la ampolla hasta que se vacíe el liquido y después cubrirla con antiséptico, que ayudará a secar y regenerar la piel.
c) No retirar la piel que cubre la ampolla, ya que ésta protege la piel hasta que se cure completamente.
d) Si vamos a caminar, se recomienda cubrirla con una gasa y esparadrapo.
e) Cuando estemos en casa, remojar la ampolla con agua templada y sal, secar bien y dejar que se ventile, para favorecer el proceso de curación.

 

¿Y en competencia?
En pruebas de triatlón es muy habitual ver a la gente correr descalzos y calzarse las zapatillas de correr sin calcetines. Si no estás habituado a correr sin calcetines, es recomendable que te acostumbres a entrenar sin ellos de vez en cuando. En un triatlón, el calor y la humedad hacen más propensas la aparición de ampollas, y mucho más si no estamos acostumbrados a correr sin calcetines, así que para evitar en gran medida las rozaduras coloca vaselina en el interior de la zapatilla, sobre todo en los lugares donde existe más rozamiento, y espolvorea el interior con polvos de talco.

En pruebas de larga distancia, es recomendable que pierdas unos segundos en la transición en ponerte calcetines y adaptarlos de forma correcta, sin arrugas, a los pies. De esta forma, evitarás las rozaduras que te pueden producir las zapatillas en contacto directo con tu pie en carreras de más de 1h 30´ de duración y con temperaturas, generalmente, altas.