El Abdomen óptimo de los triatletas

A continuación te presentamos dos ejercicios fáciles de realizar para tu rendimiento

 

DISFUNCIÓN MUSCULAR ABDOMINAL
Al igual que otros músculos del cuerpo, la disfunción abdominal puede darse por dos motivos, principalmente: el primero es que los músculos pueden perder tono o fuerza debido al desuso.Demasiadas horas sentado suele ser el motivo más habitual, también entre los atletas. Algunos ejercicios muy bien intencionados pero pobremente diseñados, como los tradicionales sit-ups o una máquina de abdominales, pueden causar desequilibrios musculares al hacer que ciertas fibras queden demasiado tensas mientras otras permanecen débiles. El resultado de ello es una mala postura, un caminar irregular y el acortamiento o tensión de los músculos antagónicos; concretamente los de la parte inferior de la espalda.Este suele ser el cuadro clínico en la mayoría de los pacientes que sufren dolor de espalda.

No todo el mundo tiene unos abdominales débiles. Pero si notas cierta tensión o dolor en la espalda, ves que tu postura no es del todo correcta, tu caminar es irregular o tienes lesiones en partes influidas por estas fibras, sí existe la posibilidad de que una parte de tu musculatura abdominal (o toda) esté afectada. Y si no has logrado tonificar tu abdomen lo más probable es que hayas dejado de lado demasiadas fibras abdominales y hayas trabajado otras en exceso. A continuación te presentamos dos ejercicios fáciles de realizar que te pueden ayudar mucho a mejorar el funcionamiento de tu grupo abdominal.

 

1. El primero constituye una terapia de biofeedback natural y resulta muy adecuada para aquellas personas que empiezan a ponerse en forma, las que sufren problemas de espalda y muchas más, incluidos aquellos atletas que presentan cierta disfunción abdominal. Échate cómodamente sobre la espalda, coloca las manos centradas sobre el abdomen y respira lentamente. Sentir cómo la barriga se hincha al inhalar y se contrae al exhalar constituye el mecanismo básico de la respiración. Si no eres capaz de realizar esta acción tan sencilla con facilidad —y sobre todo si respiras al revés—, practica estos movimientos dos o más veces al día durante unos minutos y verás cómomejora la función de tus abdominales (y tu diafragma). Este ejercicio forma parte de una genial técnica de relajación que ayuda a equilibrar numerosos músculos, reduce el estrés, mejora la respiración y favorece la función cerebral.

 

2. El segundo ejercicio consta de una combinación de exhalación forzada, activación de los músculos del suelo pélvico y distintos grados de movimiento. Puedes realizarlo echado sobre la espalda o de pie. Al final, podrás hacerlo en cualquier posición. La secuencia es la siguiente:

► Saca todo el aire de los pulmones soplando. Luego, contrae todas las fibras abdominales para expulsar hasta el último soplo de aire.
► Asegúrate de que activas los abdominales transversales –una parte de este grupo muscular que suele obviarse-, pues estos estimulan la contracción de los músculos del suelo pélvico. Coloca las manos en los costados y baja la mayor parte del abdomen para sentirlos bien tensos.
► Al mismo tiempo, aprieta los músculos del suelo pélvico. Si tienes dudas sobre cómo hacer esto, imagínate que quieres interrumpir el flujo de la orina. (Estos son los músculos que se estimulan durante los ejercicios de Kegel para corregir la incontinencia y las disfunciones sexuales.)
► Para contraer todavía más los abdominales, esconde el ombligo tanto como puedas, como si quisieras que éste llegara a tocar la columna.
► Cuando seas capaz de realizar todos estos ejercicios con solturave añadiendo distintos movimientos: rotación izquierda-derecha y flexiones laterales, extensiones y combinaciones varias. Esto te ayudará a desarrollar todos los músculos abdominales por igual.

Numerosas personas pueden beneficiarse de esta rutina si la realizan de manera regular, pues con ella volverán a ejercitar aquellas fibras abdominales que no estaban utilizando. En poco tiempo serás capaz de utilizar estos músculos en otros momentos:
► Al pasar de una posición sentada o tendida a una posición verticalevitarás tensar la espalda en exceso.
► Cuando estés sentado, contrarrestarás el estrés físico que conlleva esta postura.
► Cuando flexiones, mantendrás el equilibrio.
► Antes de levantar objetos pesados, tendrás más apoyo y fuerza.
► Cuando estés de pie, mantendrás una mejor postura corporal.

 

CONTROL DEL DOLOR

 

Una pobre función abdominal puede contribuir de manera significativaa ciertos síntomas de dolor habituales. Si sientes dolor en espalda, cuello, pelvis, cadera u otro punto, prueba a hacer este sencillo ejercicio:
► Quédate de pie, descalzo y mirando al frente, con los pies separados a la misma distancia que los hombros.
► Realiza los movimientos de «biofeedback» para abdominales descritos anteriormente, junto con la exhalación forzada, encogiendo bien el ombligo y contrayendo los músculos del suelo pélvico.
► Mientras estés contrayendo los músculos abdominales, evita tensar el resto del cuerpo. Debes permanecer relajado. Aunque adoptaras esta posición forzando la exhalación, ahora puedes respirar normalmente mientras mantienes el cuerpo firme.
► Para la mayoría de la gente realizar esta sencilla rutina puede reducir, e incluso eliminar, el dolor de inmediato. Aprender a mantener el apoyo necesario de los abdominales puede librarnos del dolor.
► Una vez que los músculos abdominales son más capaces de contraerse siempre que sea necesario, el cerebro puede corregir con mayor facilidad otros desequilibrios que causan dolor.
Si sientes dolor al moverte, realiza el mismo proceso. Estimula las contracciones abdominales mientras caminas, corres, nadas, vas en bici o realizas cualquier otra actividad física. Mejorar la manera de andar mediante una mejor función muscular reduce el dolor y hace que el movimiento sea más eficiente.