¿Debería seguir corriendo aun con dolor?

Un consejos de los expertos para saber si debes abandonar

 

¿Vale la pena comenzar un evento incluso lesionado? ¿Es válido forzar a tu cuerpo? Las preguntas son muy sencillas, pero la respuesta resulta muy compleja.

 

Haber lidiado con estos problemas durante entrenamiento puede sonar a una batalla ganada. Pero deberías preguntarte, ¿hay riesgo de tener una lesión más severa? Si lo es, la respuesta es inmediata: ¡No lo hagas!

Si hay un pequeño riesgo de volver a lesionarte, ¿cuál sería la experiencia en carrera? ¿Dolorosa? ¿Divertida? ¿Una mezcla? ¿El dolor será tan intenso que no podrás rendir a tu máximo nivel?

 

Hay una regla general que dice que si el dolor te limita como atleta, lo mejor es que no lo hagas. ¿Por qué? Porque las lesiones por no hacer la actividad de la forma correcta puede tomar meses en sanar y crear lesiones aún peores de las que estás enfrentando en este momento. ¡Piénsalo dos veces!

Una buena estrategia: consulta a tu especialista de confianza, no a tu entrenador. Tu entrenador seguro va a querer que sigas en el juego, pero tu médico se mantendrá firme ante las posturas que podrían representar un gran riesgo para tu cuerpo y, sobre todo, para el futuro deportivo que tienes. Considera todos estos factores cuando decidas si vas a participar en una competencia cuando tienes una molestia, sin importar la intensidad de la misma.