Errores fáciles de detectar. Parte 1

¡Detecta, ataca, mejora y gana!. Errores que incluso los grandes nadadores y triatletas pueden tener al nadar. Brazadas, Patadas y alineaciones. Toda mejora pueda ayudar.

ERROR 1: Entrenar como un profesional en tus primeros 2 ó 3 años de entrenamiento. Aunque es lógico pensar que más dedicación supone mayor rendimiento, eso no es así ni a medio ni a largo plazo. Lo único que puedes provocar si empiezas con demasiado ímpetu es que a corto plazo mentalmente no resistas o, casi con toda probabilidad, te lesiones. 

ERROR 2: Abusar de los materiales de entrenamiento. Nadar con palas, pullboy o aletas, tiene como función mejorar la fuerza específica. Pero abusar de ellos provoca que el triatleta se acostumbre a las variaciones en la posición del cuerpo, en la velocidad de nado y en la coordinación del estilo y, al nadar sin estos materiales el cuerpo pierde alineación, ofrece más resistencia al avance y empeora su coordinación.

ERROR 3: No entrenar las piernas de forma aislada. Si piensas que como vas en bici y corres no es necesario trabajar más las piernas, estarás perdiendo entre de 10% al 15% de tu velocidad de nado. Entrenando piernas en el agua, los rangos de movimiento y los ángulos de acción de las fibras son diferentes a correr o pedalear, por tanto no interfiere, y si acaso tiene una doble función: la de mejorar el nivel en la piscina y la de “soltar” las fibras musculares de las piernas en los ángulos usados al pedalear o correr.

ERROR 4: Respirar siempre hacia el mismo lado. Es cierto que casi todas las personas tienen más facilidad y dominan más un lado que el otro al respirar. Pero respirar únicamente por un lado puede provocar casi con toda seguridad una sobrecarga del cuello, la espalda y el hombro contrario al lado de la respiración. Además, la longitud de la brazada será menor también sobre el lado donde no hay respiración, por tanto respirar bilateralmente hará que mantengas la longitud de brazada en los niveles más altos posibles.

ERROR 5: Nadar sin piernas. La importancia de las piernas provoca que le prestemos atención de nuevo. Si se os ocurre nadar sin batir las piernas estaréis favoreciendo la desalineación del cuerpo, aumentando la resistencia del cuerpo al avance.

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