Potencia Aeróbica, potencia a tu cuerpo.

Según nos acercamos a la fecha de una competencia, el volumen de entrenamiento baja para dar paso a un trabajo más especifico de los ritmos dentro de una competencia. Llévalos a cabo y conoce tus limites. 

En el período pre-competitivo (semanas anteriores a las primeras competiciones-objetivo) y en el competitivo (en las semanas entre-competiciones). La potencia aeróbica depende de factores cardiovasculares y respiratorios, pero también influyen otros como la fuerza específica, la obtención de energía aeróbica (metabolismo aeróbico), la técnica de carrera y el ahorro energético (economía de esfuerzo). Estos factores también determinan la potencia aeróbica máxima y deben trabajarse desde la preparación general y a lo largo de toda la temporada con trabajo de fuerza, velocidad, técnica de carrera, rodajes largos fáciles.

Intensidad de trabajo la Potencia Aeróbica: Para afrontar este tipo de entrenamientos hay que tener los resultados de una prueba de esfuerzo previa, bien en un laboratorio o haciendo un test de campo para determinar las intensidades personales de entrenamiento. Con estos datos, el trabajo de potencia aeróbica corresponderá a una intensidad del 85-100% de la Frecuencia Cardíaca Máxima y entre un 90 y 110% del VO2max. También es adecuado trabajar con un parámetro más objetivo como marcador de la intensidad: velocidad de carrera (ritmo por km entre nuestro umbral anaeróbico y nuestra VAM en un test incremental).

Con qué frecuencia entrenamos la Potencia Aeróbica: El entrenamiento esta intensidad es muy exigente tanto en el plano fisiológico como en el mental. Dos sesiones semanales durante el período pre-competitivo con una separación entre 48 y 72 horas es suficiente (alternar entrenamientos con diferentes métodos y distancias: entre 200 y 800 metros). Durante el período competitivo, si se compite en fines de semana consecutivos, no hacer entrenamientos de potencia y si algún fin de semana no hay carrera, hacer una o dos sesiones con menos carga.