Tubeless, ¿sí o no?

Tus llantas a la moda

 

Los tiempos han cambiado y las competencias también, por ello implementar un mecanismo de tubeless ya no es sólo para bicicletas de montaña, pero ¿a qué nos referiremos exactamente con un tubeless? Cuando vuelvas a escuchar esta palabra debes pensar en un neumático con estructura aparentemente  convencional, con la particularidad de que está diseñado y producido para ser montado sin necesidad de usar cámaras.

 

Te lo explicamos mejor, este mecanismo es posible al oponerse en una llanta estanca (bien de serie, o porque previamente la hemos tubelizado con un kit) que, gracias a que el talón lateral de neumático tubeless es más amplio y que el interior está sellado con un butilo, consiguen que el aire quede aislado sin fuga alguna.

 

A favor…

a)    Se ponchan mucho menos. El riesgo que tendrás de ponchar por llantazos es mínimo ya que no existe una cámara interior que pueda ser mordida por los perfiles de la llanta.

b)   Su resistencia al desgaste es mucho mayor

c)    La fiabilidad es superior. El labio de un neumático tubeless es más amplio y firme, más fiable que el de un cubierta . 

 

En contra…

a)    La oferta es muy inferior a la inmensidad de modelos de cubierta disponibles en todas las marcas.

b)   Su instalación es más costosa.

c)    En caso de ponchadora definitiva , la reparación en ruta no es dramática aunque sí más lenta.

 

 

Así que, si te animas por un sistema de tubeless garantizarás que si un objeto traspasa la carcasa, el propio líquido sellador actuará de inmediato, tan rápido que nunca llegarás a percibir la pinchadura ni la autoreparación.