¡Átate los pies!

Utiliza una cinta para unir tus pies y mejorar en la nadada.

 

Seguro que lo han leído en algunos blogs de natación y les ha parecido una locura. Pero no se equivoquen, atarse los pies a la altura de los tobillos es un buen ejercicio para fortalecer el trabajo de la parte superior del cuerpo. Gracias a esta maniobra, nuestras piernas quedan inmóviles y caen a plomo en el agua, por lo que el trabajo con los brazos es mucho mayor.

Evidentemente, este ejercicio está destinado a nadadores expertos, ya que si un principiante lo realiza cargará demasiado el tren superior, provocando un retroceso en el avance y una pérdida total de la técnica y el estilo de nado. Es importante este aspecto, ya que si ejecutan el ejercicio sin una buena experiencia, solo conseguirán retroceder en su proceso de aprendizaje natatorio.

Y para aquellos que sufran demasiado con las piernas atadas y estas se le hundan mucho en el agua, les recomendamos el uso de pull-boy. Con esta herramienta no forzarán tanto al tren superior, y provocarán que su flotabilidad sea mayor, con lo que el nado y su ejecución serán mucho más sencillos.

Aun así decirles que el uso del pull-boy contradice totalmente la filosofía del ejercicio de atado de pies, ya que lo que conseguimos es subir la cintura, algo que en teoría debemos conseguir nosotros mismos, sin la ayuda de ningún instrumento. Se trata, por tanto, de un ejercicio de alta dificultad técnica, con el que conseguirán grandes avances si son capaces de dominarlo.

Foto: Thinkstock

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