¿Qué tan fuerte es tu patada en el agua?

Beneficios de entrenar con aletas

 

 

Una patada débil en natación podría ser síntoma de unos tobillos poco flexibles, lo que significa que cada que lanzas tu patada el tobillo rígido colocará tus dedos del pie perpendiculares al agua actuando como  un freno.

 

Las aletas de natación son una herramienta sumamente útil para aprender a relajar el tobillo, por lo que te recomendamos invertir de una buena vez en unas aletas de goma suave, flexibles y que puedan ayudar a patalear de la manera más natural.

 

Para elegir las mejores aletas es indispensable que las elijas correctamente, a continuación te decimos que tienes que tener en cuenta:

 

a)    Calzante. Si es para entrenar en la piscina te recomendamos elegir aletas con calzante fijo  ya que se sujetan de mejor manera a los pies que las de correa.

b)   Longitud. Si eres principiante lo mejor es que comiences con unas aletas cortas para que el movimiento de piernas y frecuencia difiera al nadar sin ellas.

c)    Dureza. Para evitar lesiones, opta por unas aletas flexibles o semirrígidas para evitar lesiones.

 

 

¡Aguas con los calambres!

 

Ten en cuenta que si apenas estás comenzando es posible que los calambres en las pantorrillas se hagan presentes,  debido a que tus pies no están acostumbrados a una posición plantar.

 

Además del tobillo rígido, existen otros factores que podrían estar frenando la patada hacia atrás, continuando con la pierna, las rodillas también deben estar relajadas durante el movimiento de patada error que también podrás corregir con las aletas.

 

 

Que no se te olvide: el origen de la patada es desde la cadera.