Arrastra agua y ¡más fuerte!

Corrige tu posición para ganar eficiencia en la nadada.

 

Muchos de nosotros nadamos con una técnica correcta, pero que no es eficiente. Porque debemos saber que al nadar importa que el arrastre del agua sea el óptimo y así conseguir un nado eficiente. Y para ello deberemos emplear varios grupos musculares y posicionarlos de forma estratégica. A continuación les contamos qué deben realizar para que consigan arrastrar más agua y, por lo tanto, avanzar más.

La clave principal del agarre está en el brazo. Cuando el brazo está totalmente extendido en el agua el primer movimiento para ejecutar el agarre es estirar las manos y bajarlas hacia el fondo de la alberca, pero siempre manteniendo la muñeca recta y el codo doblado. Con esta posición se forma un fuerte instrumento de agarre. Lo único que deben evitar es tener los brazos completamente rectos y superar la altura de la cadera cuando ejecuten el retorno de la brazada.

Los ejercicios de técnica de nadada están basados en exagerar la posición perfecta, para así sentir mejor el contacto con el agua. Con estos entrenamientos buscamos sacar el máximo partido a la potencia que creamos cuando ejecutamos la brazada (y también la patada), especialmente durante la fase subacuática.

Aquí les presentamos dos ejercicios con los que mejorar este aspecto:

  • Con los puños: Realiza largos en la alberca nadando con el puño cerrado. De esta forma te costará más avanzar, pero cuando nades de forma convencional notarás cómo agarras mucho mejor, y tu desplazamiento será mayor.  Además debes concentrarte en tratar de arrastrar el agua con los antebrazos, algo que después te ayudará en los entrenamientos y competencias. Una buena ayuda para mantener el puño cerrado es agarrar una pequeña pelota con los dedos.
  • Nada con palas: Con las palas conseguimos el efecto contrario. Gracias al gran agarre de agua que obtenemos, podemos concentrar nuestros esfuerzos en colocar correctamente el resto del brazo, desde la muñeca hasta el hombro.