Nada en vertical

Aprovecha las ventajas de nadar en vertical

 

Si sientes que tu nivel de natación es el mismo desde hace ya algunos meses a pesar de que la frecuencia de tus entrenamientos sigue siendo la misma, llegó el momento de que cambies la estrategia, recuerda que avanzar sin detenerse no es garantía de que llegues antes.

 

Te proponemos cambiar de plano: nadar en vertical. Muchos nadadores lo hacen, sobre todo para mejorar y potenciar su patada. Se colocan en posición vertical con la cabeza fuera, y se ponen a dar pies como locos, con o sin aletas, con las manos pegadas al cuerpo o si lo quieren complicar más con las manos hacia arriba.

 

Esta nueva «visión» de tu forma de nadar te ayudará a mejorar la técnica porque la información visual es buena y más fácil de interiorizar. De esta forma te enriqueces en sensaciones y ya sabes que en la natación lo más valioso es “sentir el agua”. Desde luego, estos ejercicios te ayudarán a potenciar tu brazada y te los recomiendo para las sesiones de natación de recuperación o la ultima sesión de natación antes de un triatlón.

 

A veces intentan llegar a las banderolas que hay en la piscina sacando prácticamente todo el cuerpo para tocarlas, pero realmente hay que estar muy fuerte y tener un batido de piernas muy potente para conseguirlo, pero ese es el objetivo, llegaremos a esto pero como siempre, vamos a empezar poco a poco para acabar consiguiendo mucho. 

 

La misión es llegar a la superficie a respirar gracias al movimiento de los brazos pero no los empujes con los pies. Al llegar a la superficie déjate caer hasta el fondo de nuevo y repite el ejercicio de manera consecutiva perfeccionando los errores anteriores.

 

Ten paciencia, al principio notarás muchos desequilibrios a derecha e izquierda, e incluso puedes sentir que pierdes la linealidad y la vertical. Eso es sólo es consecuencia de fuerzas ejercidas en direcciones equivocadas, lo que comprueba que nadar es una cuestión de equilibrio, como  en la bici.

 

Es sencillo, sumérgete en el agua y avanza hacia la superficie. Ahora busca el fondo de la piscina en la parte más profunda y colócate en cunclillas con los brazos hacia arriba. Este es el punto de partida de todos los ejercicios que a continuación te proponemos.

 

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Foto: iStock