¡Súper prueba! Scott Foil 2016

Pudimos probar el súper modelo de Scott para el próximo 2016.

 

Teníamos un poco de miedo antes de catar esta Foil acerca de lo que nos íbamos a encontrar, ya que una vez vista la súper presentación, temíamos sentir que no iba a estar a la altura. Además, la versión que probamos hace cuatro años seguía aún hoy estando en nuestra lista de favoritas por el grandísimo resultado que ofrecía en todos los aspectos, ya fuera subiendo, bajando o llaneando. Sin embargo, los materiales y los recursos tecnológicos mejoran cada año y la presión del mercado por disponer de un producto actual obliga a cerrar su ciclo de vida con una renovación.

A primera vista llaman la atención sus tubos más finos y estilizados, al contrario de las actuales tendencias de diseño. Le sirve a Scott para limar unos gramos y aumentar la polivalencia en los ascensos. Lo hace sin menoscabo de la rigidez, aspecto que percibimos desde la primera pedalada que es mejor que su predecesora, por lo que su aceleración es de lo mejor del mercado. Esto, junto a la agilidad de sus cotas deportivas, que hacen de esta Foil perfecta para competencia. 

En cuanto a su terreno natural, el llano en el que sacar máximo partido a sus dotes aerodinámicas, ninguna pega ni siquiera en condiciones de viento cruzado. La bici te pide montar plato de 53 dientes y sacarle todo a tus piernas. Únicamente nos resta destacar que estas cualidades se logran con una sensación de comodidad muy por encima de lo que podríamos esperar en una bici tan deportiva.

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Sin desperdicio

El aumento de rigidez es lo primero que notamos en esta nueva Foil desde que comenzamos a pedalear. Scott vuelve a usar como materia prima su carbono HMX, una mezcla de fibras de distintos módulos repartidas por el cuadro en función de las necesidades de cada zona. Como salta a la vista, el rediseño es total, comenzando por la dirección, en la que el rodamiento superior crece hasta 1 ¼’’ haciendo más sólida la parte frontal. El triángulo trasero se compacta, no sólo por fines aerodinámicos sino para mostrarse más sólido, lo que se remata con el ensanchamiento de la parte inferior del tubo diagonal que engulle la caja de pedalier. 

Mínima resistencia

Hace cuatro años Scott, revolucionaba el diseño aerodinámico con la introducción de su concepto F01, con el que se mostraban las propiedades de un perfil de tipo truncado. Solución que en este tiempo fue copiada por innumerables marcas. En esta nueva versión se refina este diseño con pequeños detalles como la optimización del borde de ataque de los diferentes tubos, una transición más suave entre horquilla y cuadro; y el tubo diagonal ensanchado en la parte inferior que, además de aportar rigidez, oculta mejor el ánfora del flujo de aire.

Integración

En la búsqueda de cada segundo, vuelven a la palestra los conjuntos manubrio / potencia integrados. Si bien limitan la capacidad de ajuste, cuentan con otras cualidades. En el caso del Syncros Aero RR1.0, destaca en primer lugar la gran solidez conseguida. Por supuesto, la aerodinámica resulta fundamental. En la zona horizontal perfilada hasta se tiene en cuenta la transición con la parte encintada, mientras que en la base, la tapa de la dirección, disponible en cuatro alturas -2, 5, 10 y 20 mm, se integra perfectamente en la línea del cuadro. Nos han gustado sus acertadas cotas. En la unidad de prueba la longitud, 110 mm para talla 56, muy acorde al carácter deportivo de la bici. Algo en contraposición con las diminutas potencias que ahora estilan los fabricantes. En cuanto a su curva, es de tipo compact con una escasa caída que agradecemos al agarrar abajo.

Fotos: Cesar Lloreda / Scott