Y después del Ironman ¿qué?

Nuevos retos tras alcanzar la mítica distancia.

 

La tradición triatlética en México siempre lleva a los deportistas a alcanzar la distancia del Ironman. Al contrario que en otros países, especialmente en Europa, donde muchos triatletas amateurs buscan la excelencia en distancias más cortas, como sprint u olímpica, aquí tratamos siempre de cruzar la meta y ser competitivos en largas distancias.

Por ese motivo queremos invitarles a que sí, acaben un Ironman, pero después de él, prueben con distancias más cortas. Es lógico pensar que distancias como las del Ironman acaban por desgastar muchísimo los huesos y la musculatura, por lo que nunca viene mal bajar algo el kilometraje e intentar volver a sentir la velocidad de los triatlones más explosivos.

Encontrarán en este tipo de competencias muchísima más rivalidad entre triatletas. Al contrario que en distancias “No Drafting”, las pruebas cortas cuentan con más intensidad en el segmento del ciclismo, donde podrán jugar a los cambios de ritmo y los ataques. Además los entrenamientos son mucho más asequibles y cortos, algo que agradecerán su pareja, sus hijos y sus amigos.

No lo duden. Descansen un mes entrenando a baja intensidad y después aprovechen todo el volumen de kilómetros de la preparación del Ironman para realizar entrenamientos más cortos y explosivos. Lo único que deben vigilar es la musculatura y las articulaciones, que suelen sufrir con estos cambios de distancia. Utilicen fisioterapeutas, estiramientos y trabajo con crioterapia (contrastes de temperatura) para facilitar la puesta a punto.

Foto: Scott