UN GIMNASIO PARA TRIATLETAS

 

Tanto al principio como a lo largo de la temporada, es importante valorar nuestra condición física y comprobar de manera objetiva cómo evoluciona ésta con el entrenamiento.

De esta manera podemos saber si éste está siendo eficaz y nos dará pistas sobre nuestros puntos más flojos y las cualidades que mejor estamos desarrollando. Existen distintas maneras de evaluar tu rendimiento una manera sencilla y recomendable es utilizar dispositivos comunes tales como un cronometro o un pulsómetro durante tus entrenamientos.

Esto sirve para hacer entrenamiento contra reloj, supervisando constantemente la mejora en tus tiempos. Tomamos como base el TEST DE CONCONI ya que es el más utilizado por los triatletas, pues Conconi afirmaba que había una relación directa entre la frecuencia cardiaca y la intensidad del ejercicio. A medida que la intensidad del trabajo aumenta, la frecuencia cardiaca también aumenta. Sin embargo, pasada cierta “zona de umbral”, la frecuencia deja de aumentar para estabilizarse, aunque la intensidad de trabajo siga creciendo. 

¿CÓMO INTERPRETAMOS LOS DATOS?

 

En una tabla anotaremos el tiempo de cada parcial y la frecuencia cardiaca, con lo cual podremos hallar la velocidad para la natación y la carrera (en ciclismo, el velocímetro nos dará la velocidad en cada parcial). Los datos de la frecuencia cardiaca y de la velocidad los llevamos a una gráfica. Una vez tengamos colocados todos los datos, uniremos dichos puntos y trazaremos una línea recta en la orientación general de los puntos. Cuando la línea de puntos se desplace a la derecha y cruce bajo la línea recta que hemos trazado, obtendremos la F.C. del Umbral Anaeróbico (punto de deflexión) y a partir de aquí podremos calcular las frecuencias cardiacas para las diferentes intensidades de trabajo.

Por eso es importante medir tu desempeño mientras entrenas pues si no lo haces estarás trabajando en vano y no obtendrás los resultados que deseas.

Foto: Getty Images