¿Transpiras al nadar? Eso seguro.
Seguramente cuando nadas no percibes el sudor de tu cuerpo, pero igual que cuando corres o haces pesas, tu cuerpo está activo y está perdiendo líquidos.
¡Que el agua no te deshidrate!
Más de la mitad del cuerpo humano es agua y el 20% se encuentra en la piel. Durante el día las personas pierden del 20 al 25% del vital líquido, sin considerar que realizar alguna actividad física o exponerse al sol incrementa la cantidad de agua perdida. Un nadador se deshidrata del 30 al 35%, es decir, un 10% más que el resto de la gente. Por tal motivo es muy importante que te mantengas bien hidratado mientras realizas un entrenamiento acuático, ya que la piel, el cabello y las uñas pueden verse afectados en cierto tiempo.
Se recomienda nadar un máximo de tres horas al día, dividiendo ese entrenamiento en dos sesiones diarias de no más de hora y media cada una. De lo contrario la piel puede sufrir una deshidratación extrema o llegar a ser más vulnerable a alguna infección.
Tomar agua durante la actividad
Para los deportistas la sed no es un indicador de la cantidad de agua que necesita el cuerpo, ya que un atleta siempre debe estar bien hidratado. Esa sensación significa que la deshidratación ya está presente. Las personas deben hidratarse durante la actividad acuática. Una cantidad recomendable puede ser de 200 a 400 ml/hora.
¡Escucha a tu cuerpo! El hecho de que estés realizando una actividad en el agua, no significa que tu cuerpo no la necesite.