Tips para mejorar tu vuelta de campana en 2016

¡Olvídate del agua en tu nariz!

 

Siendo un triatleta poco familiarizado con el medio acuático, es muy probable que no sepas realizar el volteo en la alberca. No debes cerrarte ante nuevos aprendizajes y en la natación son fundamentales para desarrollar tu inteligencia motriz y, en concreto, tu orientación espacial.

Un gran problema con el que se enfrentan los triatletas que han tenido pocas vivencias en el agua, es que no saben de qué forma se mueve su cuerpo en conjunto y cada extremidad por separado en este medio tan hostil.

Ganarás muchos segundos al cronómetro no sólo en la alberca, sino en aguas abiertas, cuando puedas aplicar distintos recursos o destrezas aprendidas para girar sin hacer metros de más.

 

Lo que dicen los expertos…

En teoría está compuesto por dos giros: uno sobre el eje transversal del cuerpo, para llevar las piernas a la pared sin necesidad de apoyarte con las manos y otro giro en el eje longitudinal, que se hace durante el impulso y deslizamiento para no salir boca arriba.

 

Pero todos sabemos que la teoría se vuelve compleja cuando intentas algo por primera vez. Hay quien gira y se queda en el mismo sitio; otros que salen completamente desorientados; otros que ni siquiera pueden impulsarse con la pared y los que tras salvar la espalda, se impulsan con un pie saliendo despedidos contra la cuerda con flotadores.

 

Por ello es importante seguir unos pasos de aprendizaje básicos que te ayuden a moverte en el agua de formas distintas a simplemente nadar de crol:

 

1. Da volteretas hacia delante y atrás, sobre el eje transversal del cuerpo, tomando conciencia del movimiento de tus manos. Intenta girar con una pelota.

2. Lo mismo sobre el eje longitudinal del cuerpo. En realidad sería pasar de crol a dorso y viceversa.

3. Nada crol normal, pero a la mitad de la alberca, da un giro hacia delante sobre el eje transversal del cuerpo; realiza estas vueltas con las piernas dobladas y pegadas al cuerpo. Conforme vayas terminando el giro, busca con la mirada la pared de enfrente y sigue nadando en la misma dirección y sentido.

4. Misma idea que en el ejercicio anterior, pero apóyate con alguien para que te dé una señal (puede ser con un silbato) que indique el momento del giro. Con esto ya introduces un grado de dificultad, puesto que debes estar atento a esa señal acústica. Esto mismo se complica si la señal es visual.

5. Realiza los ejercicios anteriores con las piernas extendidas.

 

Revisa en la siguiente galería la técnica de volteo:

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