Teorías de la amortiguación

Porque, a veces, mucha amortiguación resulta perjudicial.

 

Con la popularización de deportes como el running o el triatlón, muchas marcas deportivas han visto cómo sus tenis de amortiguación no paraban de venderse. Este proceso tiene como respuesta la comodidad de estos calzados, mucho más blandos y aparentemente poco lesivos para el corredor. Pero cuidado, estos tenis son un arma de doble filo y en muchas ocasiones son los causantes de lesiones que se podrían evitar. Os contamos por qué.

Muchas veces os hemos hablado de la importancia de elegir unos buenos tenis. De conocer la fisionomía de sus pies, para así hacer la mejor compra posible. Una vez más reiteramos este aspecto, ya que muchos de ustedes se basan únicamente en la estética de los modelos para elegirlos, y eso puede repercutir directamente en su salud.

Cuando eligen unos tenis demasiado blandos, provocan que sus músculos tengan que trabajar mucho más de lo normal. Con la gran amortiguación de los tenis, nuestro cuerpo se hunde demasiado y las rodillas y tobillos soportan un peso extra, más aun cuando el ritmo de carrera es lento.

Evidentemente, no vamos a elegir unos tenis sin nada de amortiguación, ya que así conseguiremos el efecto contrario y provocaremos que, de igual forma, nuestras articulaciones soporten un gran impacto contra el suelo. Por eso, aunque seguimos insistiendo en la necesidad de un estudio de pisada, les recomendamos para empezar un calzado medio, en el que la amortiguación no sea excesiva.

No se dejen aconsejar por amigos y compañeros y acudan a expertos, ya que estos les darán las verdaderas claves. Gracias a ellos conseguirán que la amortiguación de sus tenis sea la idónea y que, de esta manera, puedan evitar lesiones molestas y duraderas.

Foto: Thinkstock

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