Sácale partido a tu ciclocomputadora

Algunos consejos para que exprimas al máximo el dinero que gastaste en el aparato.

 

Gastarse el dinero en una ciclocomputadora para ponerla en el manubrio de nuestra bici y dejar que tan solo cuente los kilómetros y la velocidad es un pecado. Estos aparatos han evolucionado tanto que hoy en día pueden ser nuestro mejor aliado en los entrenamientos. Con sus datos mejoraremos nuestro rendimiento, pero hay que saber cómo analizarlos.

Dejamos de lado la velocidad y los kilómetros, para centrarnos en otros tres parámetros esenciales: la potencia (vatios), la cadencia y el pulso del corazón. Para poder trabajar con esta “Santísima Trinidad” del ciclista o triatleta es necesario que antes realicemos una prueba de esfuerzo para saber nuestros máximos. A partir de ahí, todo será entrenar.

Existen muchas tablas de entrenamiento en internet, pero antes de ejecutar una u otra deberás conocer  tu ratio de potencia [vatios]/peso [Kg] y la categoría ciclista a la que perteneces. Con eso y con tus datos de Máximo Ritmo Cardiaco (MRC) y Máxima Potencia en un Minuto (MMP) podrás establecer porcentajes con los que realizar entrenamientos más precisos, como los que se anotan en la tabla adjunto.