¿Qué tan eficiente es tu brazada?

El test ideal para descubrirlo

 

 

Sweetenham y Atkinson proponen realizar un test de eficiencia de brazada de 8×50. Para nadar un 800, 1,500, 1,900 o un 3,800 metros, quizá se quede algo corto. Por tanto, te proponemos una variación del mismo:

 

10×100 crol/2’

2 a (+4 seg. del R1500)

2 a (+2 seg. del R1500)

2 a (R1500)

2 a (-2 seg. del R1500)

 

*Para cada una de ellas hay que cronometrar tiempos, número de brazadas y frecuencia de ciclo. Siguiendo con el triatleta “modelo”, los resultados se acercan mucho al siguiente registro:

 

 

Con esos datos, puedes observar en primer lugar la relación entre los tiempos de cada repetición con el número de brazadas y después con la frecuencia de ciclo.

 

Si incrementas el ritmo cada dos repeticiones, sube también el número de brazadas. Sólo al final, en la última serie aumentan mucho las brazadas para mantener la velocidad de la repetición. El objetivo es nadar por debajo del R1500, sobre un R400 por ejemplo, sin incrementar el número de brazadas. Esto indicaría una mejora en la fuerza específica de las brazadas y un mantenimiento muy satisfactorio de la técnica de brazada en condiciones de fatiga.

 

En cuanto a la frecuencia sigue la misma dinámica que el número de brazadas analizado. Esta continuidad va aumentando progresivamente, según mejoren los tiempos en las repeticiones. Sin embargo, en la última y a consecuencia del cansancio, la frecuencia en un minuto tiene que incrementarse significativamente para mantener la velocidad. Esto sugiere una reducción de la longitud de brazada, consecuencia al igual, de la fatiga muscular o la imposibilidad de aguantar la técnica correcta estando cansado.

 

Visto cómo evoluciona tanto la frecuencia como el número de brazadas en el 95% de las personas que realizan natación, ahora te proponemos un plan de entrenamiento para mejorar la eficiencia de tu brazada en 20 semanas.