PROPIEDADES DEL RESVERATROL

El post de hoy va de un tema muy interesante: los efectos del resveratrol. Pero, ¿qué es eso?

 

 El resveratrol es un compuesto que se encuentra en la cáscara de las uvas, y que se ha vuelto muy popular gracias a sus efectos positivos, que son variados. De acuerdo con una revisión reciente (Erdogan et al, 2016), el resveratrol:

  • Previene el desarrollo de la enfermedad coronaria
  • Mejora la sensibilidad a la insulina
  • Reduce la glucosa sanguínea
  • Previene el desarrollo de cáncer de piel, colon y próstata, esto en modelos animales, con menor evidencia en humanos.

Así mismo, todavía se estudian efectos sobre la plasticidad cerebral (Dias et al, 2016).

 

La paradoja francesa.

Sus efectos parecen estar relacionados con la llamada “paradoja francesa”. Este es el nombre que se le da a un fenómeno muy particular: los franceses consumen una gran cantidad de grasas saturadas, pero, al contrario de lo que se esperaría, tienen una baja prevalencia de enfermedades cardiovasculares. ¿Por qué, si comen tanta grasa saturada, no presentan enfermedades del corazón?

Este fenómeno fue descrito desde los 90’s (Renaud y Lorgeril, 1992) y a la fecha se sigue estudiando, ya que no han quedado claras al 100% las causas del mismo, pero parece estar relacionado, en gran medida, al resveratrol, por lo que es una de las líneas más estudiadas (Arranz et al, 2012). A su vez, los quesos pueden jugar en la paradoja de una manera muy interesante (Lallès, 2016), ya que se ha encontrado que, gracias a ciertos ingredientes de los quesos, la grasa se absorbe en menor cantidad en el intestino (Zheng et al, 2015).

 

¿Dónde lo encuentro?

La principal fuente, y por la que se llegó a entender una parte del fenómeno, son los vinos tintos. El resveratrol, como hemos dicho, se encuentra en la cáscara de las uvas, y es por ello que es tan popular la idea de que beber vino es bueno para el corazón. Las dosis consumidas en la comida distan mucho de las utilizadas en un estudio, por lo que se puede consumir como un suplemento. Como factor en contra, debemos tomar en cuenta que no hay una dosis estándar definida (Novelle et al, 2015), por lo que debemos consumirla con asesoría de un experto, siempre y cuando se apegue a algún estudio que haya demostrado su seguridad y efectividad. Por lo pronto, los estudios se refieren como consumo moderado a una o dos copas al día, y eso no es tan complicado de lograr.

 

Referencias

Erdogan, C. S., & Vang, O. (2016). Challenges in Analyzing the Biological Effects of Resveratrol. Nutrients, 8(6), 353.

Dias, G. P., Cocks, G., do Nascimento Bevilaqua, M. C., Nardi, A. E., & Thuret, S. (2016). Resveratrol: A Potential Hippocampal Plasticity Enhancer. Oxidative Medicine and Cellular Longevity, 2016.)

Bastin, J., & Djouadi, F. (2016). Resveratrol and Myopathy. Nutrients, 8(5), 254.).

Renaud, S. D., & de Lorgeril, M. (1992). Wine, alcohol, platelets, and the French paradox for coronary heart disease. The Lancet, 339(8808), 1523-1526.)

Arranz, S., Chiva-Blanch, G., Valderas-Martínez, P., Medina-Remón, A., Lamuela-Raventós, R. M., & Estruch, R. (2012). Wine, beer, alcohol and polyphenols on cardiovascular disease and cancer. Nutrients, 4(7), 759-781.)

Zheng, H., Yde, C. C., Clausen, M. R., Kristensen, M., Lorenzen, J., Astrup, A., & Bertram, H. C. (2015). Metabolomics investigation to shed light on cheese as a possible piece in the French paradox puzzle. Journal of agricultural and food chemistry, 63(10), 2830-2839.).

Lallès, J. P. (2016). Dairy products and the French paradox: Could alkaline phosphatases play a role?. Medical hypotheses, 92, 7-11

Novelle, M. G., Wahl, D., Diéguez, C., Bernier, M., & de Cabo, R. (2015). Resveratrol supplementation: where are we now and where should we go?. Ageing research reviews, 21, 1-15.)