¡No subestimes el duatlon!

La dureza y el desgaste de los duatlones olímpicos.

 

“Un duatlón 3-30-5 es como un triatlón 1,5-40-10”, dicen muchos de los presuntos expertos en este nuestro deporte. Pero nada de eso. Afrontar un duatlón de esa distancia, también conocida como distancia corta, es algo que implica un esfuerzo mucho mayor que el de un triatlón olímpico. Y en cuanto a desgaste muscular, articular y óseo se lo pueden imaginar, al acabar el día con 15 kilómetros de carrera a pie a ritmos altos y con una intensidad elevadísima.

Cuando afronten una prueba de este calado deberán tener en cuenta que el desgaste que sufrirán será el equivalente al de un triatlón 70.3. Y por qué, se preguntarán. Muy sencillo. Un duatlón de esta distancia comienza con 10 kilómetros de carrera “a tope”. No deben dejarse nada en este sector, llegando a la primera transición sabiendo que pueden pedalear, pero que les va a costar.

Los 30 kilómetros de ciclismo son a una gran intensidad, siendo el ritmo muy similar al de los duatlones o triatlones sprint, es decir, sin descanso y siempre desgastando a las piernas. Y ahora llega lo mejor. Dejas la bici y te quedan por delante 5 kilómetros sin nada en las reservas. La fuerza ha desaparecido pero tienes que intentar correr rápido pese a que tus articulaciones te dicen que no.

Ahí reside la clave de estas competencias: la dureza muscular y articular. Pocas disciplinas habrá más duras en este sentido. Algo que si lo sumamos al elevado ritmo de la prueba genera un “cóctel” brutal que puede desembocar en explosiones físicas y, por ende, en retirada o fracaso en la competencia. Por ese motivo es muy importante conocer el ritmo al que deben ir, sobre todo en los diez primeros kilómetros, donde se cimienta toda la prueba.

Foto: Red Bull Content Pool