Nada en alberca, para mejorar en el mar

 

Usa estos consejos para poder bajar tus tiempos en el mar durante la competencia.

 

Nadar 4-6 brazadas con los ojos cerrados. Aumenta la velocidad y no mires hasta que completes el largo de la alberca. Probablemente, a partir de ese momento serás consciente de que es muy difícil nadar en línea recta y que todos tenderemos a ir hacia un lado u otro. ¡Nos volteamos! Esto puede ser un factor a considerar, incluso para determinar en qué posición del grupo debes colocarte en la salida.

Nadar pasando de crol a dorso y viceversa. Dominar esta habilidad puede ayudarnos a tener el control de lo que sucede detrás de nosotros, o para tener la posibilidad de mantenernos en esta posición y colocarnos los goggles y el gorro sin perder mucho el ritmo de nado. 

Nadar con la cabeza fuera, o también llamado nado de río; mejor aprovecha el cambio de respiración (una inhalación por cada tres brazadas) para ver por delante. 

Nadar en grupo de tres, en forma de flecha, para aprender a ir a rueda lateral. Para ello se debe hacer coincidir el ritmo de las brazadas (nadar en espejo con el compañero que va por delante).

NUESTRO EXPERTO DICE : Existen grupos de fuga, esto es un pelotón de nadadores en forma de rombo que el que va enfrente le hace corriente al de atrás, ellos a los de atrás y así. Esta es una manera muy eficaz de jalarse con el grupo y avanzar mucho más.

Salidas de velocidad con y sin pared, y en distintas posiciones con 3-4 triatletas por calle. Desde acostados con los pies o la cabeza por delante, de pie y con patada de pecho . Todo lo que nuestra imaginación nos permita. Y además, si lo utilizas como forma de entrenar, la velocidad a reacción ¡resultará un entrenamiento muy divertido!

Tras un volteo, quitarnos los goggles, nadar sin ellos y volver a colocárnoslos. A veces, en el montón de triatletas nos pueden desprender los goggles sin querer, o simplemente comienza a entrar agua y tenemos que saber ajustárnoslos sin perder el ritmo. Les aseguro que nadar sin este accesorio o con algo de agua en él, cuando estamos en el mar, puede provocar que debamos retirarnos de una prueba. 

Nadar sin carriles, y en un conjunto más o menos numeroso, para sentir el movimiento del agua y adaptar la brazada a las circunstancias. Y, si fuera posible, poner cualquier objeto flotante que haga de boya y practicar los giros, por parejas, tríos y grupo, en un sentido y otro. 

Nado continuo en fila india, o por parejas, usando toda la alberca y sus elementos. Es un juego en el que manda el primero y todos los demás deben seguirlo y de cerca. Se puede hacer de todo: modificación de estilos y de velocidades de nado; cambiarse de carril, por encima y por debajo de los carriles; salirse fuera del agua y tirarse de nuevo, de cabeza o como sea. Bien sabes que hay muchas pruebas en las que el circuito exige salirse del agua y volverse a meter, y no conviene nunca perder al grupo de referencia. No olvides entrenar también esto. 

Por Maribel Blancos

Foto: Thinkstock