Mr. Wheels: un hombre dentro de la historia de Zipp

Te traemos la particular historia del mejor técnico de ruedas de Zipp.

 

Su nombre es Nic James y su vida son las ruedas. La jornada de Nic comienza a las 06:00, necesita silencio y calma para trabajar concentrado. De sus manos salen las ruedas que usan los mejores ciclistas profesionales. Calibrar y dotar una rueda del equilibrado perfecto conlleva un nivel de profesionalismo solo superable por trabajos escrupulosos.

 

Tanto es así que ostenta el título de “Maestro Creador de Ruedas Zipp”. James es un artesano en un mundo de alta tecnología. Su uniforme diario: un sobrio delantal negro de mecánico y su inseparable gorra.
Metódico con su área de trabajo, desarrolla su jornada en una habitación separada del resto de los procesos de fabricación. Además de su tarea como calibrador de ruedas también lleva a cabo la formación de nuevos trabajadores en la sección de radiado. En la basta fábrica que posee Zipp, su “rincón personal” recuerda más a una tienda de barrio antigua que a una sofisticada área industrial.   

El volumen normal de trabajo acapara unos 30 pares de ruedas semanales que pasan única y exclusivamente por sus manos. Maneja los radios como un croupier las cartas, prefiere trabajar con tandas de ruedas para dinamizar el proceso, les hace un pre-test a todas y finalmente las calibra de manera individual.

Una de estas últimas tandas en las que ha estado trabajado Nic ha ido directamente a parar al equipo Katusha. Se trata de las Zipp 303 Firecrest Tubulares que usaron en la Paris-Roubaix. Sus manos son el enlace entre los ingenieros y los corredores profesionales, conoce perfectamente las exigencias y los límites de ambos.

Nic define perfectamente la diferencia entre un ciclista amateur y uno profesional: “Un profesional no paga su material, cuando tú ves un bache y tratas de esquivarlo para no dañar las ruedas ellos van recto, quieren ganar y no reparan en los límites, por ello tenemos que crear el mejor material del mundo para los más exigentes del mundo.” Por esto y por mucho más, James pasó a ser parte del equipo de desarrollo avanzado de Zipp, la idea es la de incluir los estándares profesionales a todo el material de la marca.

“La buena relación de Nic con los corredores profesionales le ha reportado una retroalimentación sobre las necesidades y las expectativas en el ciclismo de alto rendimiento que muchas veces son difíciles de recoger por parte de nuestros ingenieros de producto” confiesa Michael Hall, Director del equipo de desarrollo avanzado. “Es como el tipo de cualquier tienda de barrio que habla con todo el mundo y se interesa por todos los detalles y preferencias particulares, es alguien de la vieja escuela. Gracias a esa relación cercana obtiene valiosa información para el desarrollo de las ruedas”.

Pasó su juventud trabajando en una tienda de bicis hasta que entró en Trek como constructor de cuadros. Más tarde trabajó también para Yeti Bikes. Entró a Zipp en 1995 con el cometido de dar los últimos retoques y perfeccionar los cuadros de la icónica Zipp 2001 y la 3001. Lo de las ruedas comenzó como un pasatiempo en sus ratos libres. Tras abandonar Zipp para volver otra vez a la tienda de bicis decidió dedicarse por completo al radiado y ajuste de ruedas. Y fue lo que le llevó a retornar a Zipp en el año 2000, “en aquella época montar y enviar 20 ruedas al día era todo un milagro”.

A partir del 2000, Zipp comenzó a crear también las mejores ruedas para el triatlón, obteniendo grandes resultados en las pruebas contra reloj. Entonces los ciclistas profesionales comenzaron a demandar “las ruedas americanas” que por aquel entonces pagaban directamente de sus bolsillos. Ya en 2008 las Zipp 808 de 82mm de perfil vencieron en la Milan-San Remo. El mismo año Carlos Sastre ganó el Tour de Francia con unas Zipp y la americana Kristin Armstrong ganó el oro en la prueba de “crono” en Beijing con la lenticular Zipp 900 detrás y la 808 delante. Algo ya había cambiado para siempre.

En los primeros compases de las grandes clásicas adoquinadas los ingenieros enaltecían las bondades de los materiales “duros” y no pensaban que el carbono fuera una buena opción para ello. El Director del departamento de desarrollo avanzado y Nic prepararon un prototipo especial en 2006 para afrontar los implacables adoquines de la Paris-Roubaix. Nacieron entonces las ya legendarias Zipp 303.
“Estuvimos pensando en ello alrededor de 6 meses, necesitábamos una llanta que fuera resistente y ligera la vez”. Cuando los algunos ciclistas comenzaron a hacer test con ellas había un problema generalizado e inmediato, pinchaban en cuestión de minutos. Había que “darle una vuelta” al prototipo…

Ensancharon la garganta en busca de una mayor absorción ante las vibraciones y los golpes “secos”. En ese momento nació la inspiración para el actual sistema “Firecrest” y el puente reforzado en las llantas para proteger los flancos de los tubulares. La confirmación de este hecho se dio en 2010 cuando Fabian Cancellara venció el Tour de Flandes con las Zipp 303s. Pero Flandes no es la Roubaix, quedaba la prueba de fuego. Una semana más tarde, con las 303s como juego de ruedas, Cancellara se la llevó en una carrera que marcó la historia. A partir de ahí se sucedieron los éxitos en el adoquinado.

Gracias a los datos y las innovaciones recogidas durante estos años en el 2015 vio la luz la culminación de un hecho, las “NSW Series” habían llegado para quedarse, primero con las 808 y más tarde con las 404. En la actualidad continúan desarrollando planes para fabricar ruedas cada vez más avanzadas y con mejores prestaciones.

Nic sigue viajando asiduamente a Europa para testar ruedas con mecánicos y ciclistas profesionales. De hecho es alguien que casi forma parte de los equipos con los que Zipp colabora. No es extraño verle en las mejores carreras del mundo ayudando a cualquiera o charlando tranquilamente. Cuando la experiencia termina, Nic ya tiene en la cabeza las ideas para el siguiente juego de ruedas…