¡Lubrica y alarga la vida de tu bici!

Como las piezas más importantes de tu bicicleta, cada parte de la bici son el motor que te hace seguir adelante. ¡Protege y alarga su vida!.

Lubricar la cadena requiere de constancia y método, es decir, hay que lubricarla semanalmente (si no ha llovido, en cuyo caso será a diario). Primero se echa aceite sobre la cadena, utilizando las bielas a contrapedal para mover la cadena y lubricar desde el mismo punto. Espera un minuto en reposo para que penetre bien.

Con un trapo limpio, elimina todo el excedente y la suciedad que haya expulsado el aceite aplicado. Limpia bien los laterales de los eslabones y elimina los residuos de grasa sucia acumulada.

Ahora estará reluciente y es el momento de volver a lubricar, ahora con menos cantidad de aceite, para que no chorree. Limpia bien las posibles salpicaduras del cuadro y verifica no haber manchado la llanta trasera, que deberías haber cubierto con un trapo.

Para los días más exigentes con mal tiempo, un buen truco es calentarla con un secador de pelo y aplicar una fina capa de grasa sólida de teflón en la cara interior de la cadena. Con el calor, la grasa se derretirá como la mantequilla, penetrará en el interior de los eslabones y quedará casi como con la grasa de origen, que es la mejor.

 Nuevas técnicas

Actualmente los aceites para cadena se están sustituyendo por ceras líquidas como Squirtz, te los recomendamos, ya que duran más y manchan infinitamente menos.