Los mandamientos en la mesa

Aquí te van las simples reglas que no debes dejar atrás a la hora de comer.

Aquí te van las simples reglas que no debes dejar atrás a la hora de comer. No son de etiqueta, son para mantener tu salud a tope.

• No dejarás de consumir cereales. La pasta, el arroz, el pan… son la base de la alimentación y te llenan de energía y de los nutrientes necesarios; especialmente importantes para los que somos deportistas.

• No te saltarás la regla de las 5 raciones “verdes” diarias. Al menos 5 y mejor 10 raciones diarias de diferentes frutas o verduras, crudas o poco cocinadas para que mantengan el máximo de sus virtudes nutricionales.

• No salgas de casa sin desayunar. Lo de salir sólo con un vaso de leche en el estómago es estropear la correcta nutrición. ¿Quién no tiene tiempo para un yogur con cereales? 

• No abusarás de las “grasas malas”, pero tampoco conviertas la palabra grasa en “algo prohibido”. Las grasas buenas, las monoinsaturadas como el aceite de oliva o las poliinsaturadas que encontramos en el pescado o en los frutos secos, son vitales para tener salud. En cambio, evita en lo posible las grasas “malas”: las saturadas de origen animal (puedes encontrarlas en la carne). Y todavía más importante controla las grasas trans, frecuentes en alimentos preparados. Checa las etiquetas para asegurarte que no tengan grasas trans (hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas), fíjate bien en las letras pequeñas ya que al ser grasas hidrogenadas son dañinas para tu corazón y arterias.

• No te “ahogarás en un vaso de agua”. De nada sirve comer bien si luego no te hidratas durante todo el día. ¡Beber tiene que ser parte de tu entrenamiento! Acostúmbrate a tener una botella de agua a la mano en el trabajo. 

• No te obsesiones con evitar el botaneo…¡hazlo saludablemente! Si por estrés o porque estás entrenando mucho, tienes hambre a todas horas, no te obsesiones con controlarte. Controla lo que comes. Un buen truco es llevar siempre una fruta a la mano.

• No te cierres la “vía integral”. Es verdad que son alimentos más caros y además cuesta adaptarse al sabor, pero los integrales no sólo te aportan más fibra para mejorar la flora intestinal, también son más ricos en vitaminas y minerales y te ayudan a controlar el hambre.