Lo que tienes que saber antes de entrenar en altura

Mejora tu resistencia y diviértete en las alturas

 

En la actualidad, las mejores deportistas de resistencia establecen estrategias de entrenamientos en hipoxia (estado de deficiencia de oxígeno en la sangre), concepto más amplio que el de entrenamiento en altura. Aunque la mayoría de los instructores y entrenadores coinciden en los beneficios que otorga la estancia en altura, existen métodos y cuidados que debemos tener.

 

Hoy en día, la tecnología pone a nuestro alcance dos herramientas fundamentales para la mejora del rendimiento en este tipo de entrenamientos, ya sea mediante las cámaras de simulación de altura o por el desarrollo de protocolos de hipoxia intermitente, formas que de ninguna manera sustituyen al entrenamiento en altura, pero sí ayudan. 

 

A continuación algunos consejos que debes saber antes de entrenar en altura:

1. Los tres primeros días son de adaptación con poco entrenamiento.

2. Después, 15 días de entrenamiento con estructura de 2 días de trabajo y 1 de descanso o 3-1.

3. Hacer 3 días de descarga antes de bajar. No se puede bajar cansada de altura.

4. El reinicio del entrenamiento a nivel del mar debe ser progresivo.

5. Antes de subir, hay que estar segura de que las reservas de hierro están en niveles óptimos para una deportista de resistencia. Estos niveles suelen ser bastante más elevados que para una persona normal, sobre todo en nosotras las mujeres. Para saberlo, debes hacer una analítica un mes antes.

6. Antes de subir, es necesario que tengas un nivel de resistencia alto.

7. Nunca subas la montaña con gripe.

8. La estancia mínima es de 15 días y la máxima gira en torno a los 24. Hay que estar entre 1,800 y 2,300 metros de altura, y un mínimo de 20 horas diarias de estancia.

9. Ten en cuenta que entre el tercer y sexto día de inicio del entrenamiento, se va a tener un estado de fatiga general que hay que tener previsto para organizar las cargas de entrenamiento de esos días. Este cansancio se debe a una bajada de la frecuencia cardiaca en reposo y, por tanto, un empeoramiento del rendimiento.