¿Kilómetros o intensidad?

Intensidad en la alberca no siempre es para sprint o muchos kilómetros para distancias largas. Pero de lo que estamos seguros es que siempre es pesado entrenar natación. 

 

En el agua es fácil hacer este tipo de entrenamiento. Al realizarlo, por lo general en la alberca, la intensidad se puede controlar bien, añadiendo que en el agua es más difícil emplear ritmos elevados de manera “accidental”.

– Nada solo o con un compañero de nivel similar para hacer trabajo de pies y que así resulte más ameno, pero remarcando muy bien cuál es el objetivo.

– Si el entrenamiento lo realizamos en el mar hay que tener en cuenta la corriente y las olas. En el caso de haber corrientes ya sea en la ida o en la vuelta nos costará un poco más. Si no queremos ver la intensidad perjudicada, el comienzo debemos hacerlo siempre a contracorriente, calculando que vamos a nadar muchos metros menos que si fuésemos a favor de la corriente, con el fin de poder ajustar mejor la vuelta.

 

– En aguas abiertas hay que calcular el tiempo y no la distancia, al contrario que en la piscina, donde no hay variables externas.