#TEST ¿Cuándo cambio mis tenis?

Si respondiste afirmativamente a más de dos debes cambiarlos YA

 

 

1. Revisa que la suela, mediasuela y parte superior estén unidas firmemente. Si alguna parte de la suela se está despegando, es el momento de cambiarlos.

 

Debes saber que: los tenis están compuestos por tres partes diferentes: la suela, que contacta directamente con el suelo, la mediasuela, que es la parte más gruesa del zapato y donde se encuentran los diferentes sistemas de amortiguación del mismo, y la parte superior, en la que va tu pie.

 

2. Si observas que el color de los tacos de la suela ha desaparecido, significa que se ha desgastado en exceso.

 

La suela es la parte que contacta con el piso y con el paso de los kilómetros deja de tener el agarre óptimo. La zona del antepié es la que se desgasta en mayor medida, al ser la zona de impulso del pie; esta parte es sometida a mucha abrasión y desgaste de los materiales, sobre todo si corres en asfalto.  Además, analizando cómo te acabas la suela, puedes descubrir cómo estás pisando y evaluar medidas para corregir tu pisada.

 

3. Si la media suela pierde densidad y la capa se vuelve más fina, te tenemos una noticia, tus tenis han perdido las propiedades de amortiguación que favorecen la absorción del impacto con el suelo.

 

Las consecuencias de este desgaste se traducen en molestias articulares y musculares y, en algunos casos, lesiones. La media suela es la capa ubicada por encima de la suela, y sea del material que sea (EVA, poliuretano, etc.) empieza a sufrir un desgaste a medida que se va usando.

 

4.  Para evaluar este aspecto te recomendamos colocar los tenis sobre una superficie firme, una mesa por ejemplo, y al nivel de tus ojos. Los tenis deben tener un apoyo neutro, es decir, estar centradas totalmente con respecto al plano del suelo.

 

A medida que corres, éstos se adaptan a la forma y postura de tu pie y se deforman. Revisa si la suela está inclinada hacia adentro (hiperpronación) o afuera (supinación). Si esta deformación es excesiva, seguir corriendo con éstos puede ser perjudicial y provocar molestias o lesiones.

 

5. Apoya los tenis sobre una mesa, tómalos por los lados y aplica fuerza descendente medial y lateral, inclinándolos hacia los lados, sin que pierdan contacto con la superficie plana. Si oscilan en exceso, es difícil que puedan estabilizar el pie y será necesario cambiarlos.