FAST HIKING
Ponle alas a tus pies (Primera parte)
Quizá quieres probar algo diferente al senderismo convencional o al trekking de toda la vida. Lo mismo no te interesa o no estás suficientemente en forma para correr por una montaña. Pero igual y quieres disfrutar poniendo alas a tus pies en la naturaleza de una forma razonable y progresiva. El excursionismo rápido puede convertirse en una de tus actividades favoritas, si tomas en cuanta los siguientes consejos y matizaciones de nuestro expreso en técnica y material.
Nacido den los larguísimos caminos de las montañas norteamericanas, el excursionismo rápido es una derivación del excursionismo hiperligero difundido por Ray Jardine desde la década de los 90. Jardine, conocido entre los escaladores por la invención de un revolucionario anclaje (el friend), lleva décadas recorriendo largas distancias con una concepción minimalista del material e inspirando a los divulgadores del actual fast tracking.
¿QUÉ SE ESCONDE TRAS ESTE NOMBRE TAN SONORO?
Por excursionismo rápido o el término en inglés “fast hiking” entendemos recorrer zonas de alta, media o baja montaña más rápido que caminando, pero más lento que corriendo. No puede considerarse senderismo rápido porque a veces transcurre por terrenos que no son senderos señalizados, ni montañismo rápido, pues excluye las escaladas fáciles con cuerda. Se habla de este concepto desde hace unos cuatro o cinco años en Estados Unidos, pero fue hasta el año pasado cuando los fabricantes de material específico para esta actividad y algunos expertos en internet comenzaron a popularizarla.
Algunos guías de montaña franceses ya cuestionan en la red si la simple utilización de “fast hiking” como si se tratara de un nuevo deporte, no como una simple operación comercial para vender más productos y darle otra vuelta de tuerca a algo que ya existía antes. Sea como sea la aparición de una gama considerable de productos a caballo entre el senderismo y la carrera de montaña, marca una tendencia y ciertas prestaciones muy útiles que no deben ningunearse. El debate está servido.
OBJETIVOS TEÓRICOS Y PERSONALES
Como objetivo teórico principal, aparece entre la mayoría de los adeptos, moverse rápido por caminos, cumbres, valles, con una mochila más ligera posible, ya sea en actividades de un solo día o varios, y distancias notables (hasta 40 o 50 kilómetros al día). Hoy algunas marcas notables y reciente, como la de un norteamericano que caminó rápido durante 240 frías y recorrió 12 mil kilómetros seguidos. Desde hace más de un siglo hay montañeros y alpinistas que han recorrido largas distancias y desniveles en tiempos extremadamente rápidos (tardando una cuarta parte que una persona “normal”), pero no de forma voluntaria ni como objetivo deportivo específico, sino como un resultado colateral de su excepcional forma física.
OBJETIVOS SECUNDARIOS
Muy valorados por los practicantes del excursionismo rápido, son progresar con un ritmo mantenido y homogéneo por casi cualquier tipo de terreno, mejorar su condición física general y entrenar para subir y bajar rápido a la mayoría de las cimas que no precisan escalar, el listado de objetivos personales lógicamente es más amplio, pero no resulta difícil imaginar que añade aliciente y una cierta diversión a recorridos que conocemos de sobra: se hacen más cimas de una sola “tocada”, refuerza nuestra autoestima, mejora nuestra capacidad de supervivencia en la montaña e introduce un elemento indiscutible de valoración de nuestro rendimiento. (el horario).
EVITAR SUFRIMIENTOS
Como toda aventura personal y deportiva nueva, comenzar con entusiasmo pero paulatinamente, significa vigilar en especial:
MARCARSE OBJETIVOS REALISTAS
Si eres excursionista o senderista normal, que tras cuatro o cinco horas de caminar a ritmo normal supera los mil metros de desnivel te sientes muy cansado, esta actividad no es para ti. Puedes comenzar mejorando tus tiempos en recorridos que conozcas bien (por ejemplo, convertir tus dos horas para ocho kilómetros en una hora y media) ir más rápido en los llanos o simplemente probar a bajar más rápido (ojo con las rodillas y no olvides los bastones). Antes de aventurarse a grandes recorridos de una o más semanas, comprueba tu rendimiento en salidas de dos o tres días. Mucha gente al despertar del tercer día, lógicamente se siente muy cansado tras haber acumulado 60 o 70 kilómetros bajo sus pies.
MEJOR GRUPOS MUY PEQUEÑOS
3 personas es un buen número. Resulta más sencillo igualar el nivel en grupos más numerosos. El grupo lo suficientemente compacto como para transitar bien por sitios estrechos, seguro en pedreras empinadas, excelente para tomar decisiones rápidas y suficiente si hay un accidente (una persona puede quedarse con el herido y la otra ir a avisar, si no hay señal).
DEBES MADRUGAR LO SUFICIENTE
Si tu ritmo de marca va a ser casi el doble que cuando caminas normalmente y quiere hacer 40 kilómetros en un día con subidas y bajadas, te toca estar andando en cuanto haya luz. Según la época del año, significa despertarse de noche y estar dando el primer paso entre las seis y media y ocho de la mañana.
OJO A LAS MATEMÁTICAS SIMPLISTAS
Que llames a 7-8 km/h y asciendes a desniveles fuertes a 900-1,000 m/h no significa que seas invencible o que puedas reducir cualquier excursión rápida a unas sencillas multiplicaciones de longitud de recorrido o a sumar los tiempos de parada. Deja al menos dos o tres horas libres como reserva de tiempo antes de que anochezca.