Explora Catemaco en kayak

Las reservas de los Tuxtlas en Veracruz, son lugares ideales para entrar en contacto con la flora, la fauna y las tradiciones de ésta milenaria región. Pero también para encontrarse con uno mismo.

Las reservas de los Tuxtlas en Veracruz, son lugares ideales para entrar en contacto con la flora, la fauna y las tradiciones de ésta región. También para encontrarse con uno mismo.

En el corazón de la sierra de los Tuxtlas se encuentra la Laguna de Catemaco, rodeada por manchones de selva tropical que sobreviven a la agricultura humana moderna y que con sus tranquilas aguas baña el célebre poblado que le da nombre. Catemaco posee apenas 50,000 habitantes, pero su fama trasciende fronteras, ya que es el principal centro donde se preserva la tradición ancestral de la brujería y magia blanca en el país. Es también un conocido destino turístico, que ofrece su peculiar gastronomía y un entorno natural en verdad cinematográfico.

El pueblo con más magia

Catemaco comenzó a labrar su reputación de capital de la brujería y la magia en los 70´s, ya que el brujo mayor de entonces convocó de todas partes para participar en una convención. Desde entonces se celebra el Congreso Anual Internacional de Brujos el primer viernes de marzo y se le identifica como un lugar lleno de magia y misticismo.

Esta identidad se remonta a tiempos prehispánicos, cuando los pobladores de Tuxtlas adoptaron la adoración de santos para preservar sus ricas tradiciones, que incluían profundos conocimientos de herbolaria. Los brujos de Catemaco han consolidado una industria como prestadores  de servicios. Por algunos pesos se consigue un embrujo para que el amor nos favorezca o la enfermedad se vaya. El servicio básico es la limpia de las malas vibras y las energías negativas, en las que se emplea por lo general un huevo crudo, algunas hierbas frescas y se sigue un ritual con oraciones en dialectos tradicionales. Por supuesto que la fe en estos procedimientos cuenta mucho. Definitivamente es una cuestión espiritual, no científica, que recoge la valiosa medicina tradicional indígena de Los Tuixtlas.

Además de yerberos conocedores de las plantas medicinales, hay culebreros capaces de revertir los efectos de la mordedura de serpientes venenosas. Catemaco guarda una estrecha relación con la laguna que lleva su nombre y es infaltable un paseo por su viejo malecón, donde decenas de lancheros ofrecen sus servicios. Para eso nos trasladamos a un lugar muy especial.

¿Cómo llegar?

Viniendo de la capital se llega por la autopista México-Puebla y se sigue hasta el tramo Córdoba-Veracruz para entroncar con la autopista a Acayucan y Minatitlán. En isla se entronca con una carretera regional en regular estado que conduce a Santiago y San Andrés Tuxtla, para desembocar en Catemaco. Otra opción es seguir hasta el puerto de Veracruz y continuar por la costa hacia Alvarado hasta llegar a Catemaco. 

¿Dónde dormir?

La reserva de Nanciyaga posee también un encantador hotel totalmente integrado a la selva que ofrece 10 cabañas con celda solar y servicios completos en un ambiente totalmente ecoturístico. Aquí no se utilizan productos químicos que afecten el ecosistema (para lavarse los dientes se usa bicarbonato). Los baños son comunes, pero ofrecen todas las comodidades que uno espera, incluso agua caliente.

Un edén llamado Nanciyaga

A 5 km de Catemaco, bordeando la laguna, encontrarás la reserva ecológica Nanciyaga, un edén que preserva la escencia de la selva tropical más septentrional del continente. Su logotipo es una representación prehispánica del cocodrilo de pantano que habita la laguna y su nombre, que significa La Adelantada, evoca la historia de una princesa Olmeca. Allí se cumple desde hace 25 años el sueño de Carlos “Caco” Rodríguez, a quien le gusta que le digan guardián mayor de Nanciyaga. Hace un cuarto de siglo Caco vendió un rancho ganadero para desarrollar un albergue ecológico a orillas de la laguna, en un reducto de la selva que no había sido tocado por la mano del hombre. Es un lugar privilegiado, donde la naturaleza convive en armonía con el visitante, y ha sido locación para varias películas y telenovelas. Ahí podrás hospedarte en cabañas sostenidas por pilotes e identificadas no con número sino mediante animales como mazate, ardilla, colibrí, mariposa, tortuga, búho, chango… Pese a sus rústicas instalaciones y la ausencia de energía eléctrica, el huésped es consentido todo el tiempo en un ambiente inolvidable donde gozará de un baño de fango medicinal, masajes con escencias armáticas, la bañera privada Nipapaqui, el Tepeixtle y paseos guiados por la selva. 

Actividades

Las actividades que se pueden realizar en Naciyaga son muchas, empezando por explorar el pantano y las islas de la Laguna de Catemaco en kayak. Remando llegas hasta la Isla de los Monos, famosa por la población de macacos tailandeses que fueron introducidos allí por la Universidad de Xalapa. Estos primates están tan acostumbrados a la presencia humana que bajan a la orilla para investigar las embarcaciones que se les acercan, pero no hay que olvidar que no son animales domésticos y hay que respetar su espacio. De hecho, los lancheros no recomiendan aproximarse demasiado ya que llegan a saltar sobre los botes y pueden ser agresivos. Los atractivos de la laguna no acaban allí, ya que en un paseo de un par de horas, pudimos avistar más fauna endémica como garzas blancas y cormoranes lacustres que colmaban un pequeño islote. 

En este majestuoso lugar no tienes que navegar tanto para encontrar una fauna increíble, ya que la propia reserva de Nanciyaga cuenta con un cocodrilario con adultos y crías, así como iguanas.

Además, todo el tiempo se hace contacto con otras especies que se pasean libremente por la reserva, como la tropa de monos (40 monos aulladores) introducidos mediante un programa de recuperación de fauna de la Universidad Veracruzana ( la cual en breve introducirá una colonia de monos araña). Nanciyaga es una selva viva, que nos invita a convivir con ella en sus propios términos y con mutuo respeto. Es un lugar que nos deja enseñanzas valiosas en todos los sentidos.