El primer hombre de hierro dominador del Ironman

Fue ganador de 6 Campeonatos en Kona durante una década.

 

En 1978 se inició la distancia Ironman en triatlón. Un evento poco conocido para miles de triatletas en el mundo, pero que Dave Scott se encargó de poner en el mapa gracias a su dominio en las islas de Hawaii. Debutó como campeón y dejó grabado su nombre con letras de oro gracias a los 6 títulos del Ironman World Championship.

Scott, demostró desde pequeño que tenía habilidades para el deporte mientras fue integrante del equipo de football y basquetbol en la secundaria. En su etapa en la preparatoria cambió los campos deportivos por los cubos de agua de 50 metros en los que se desempeñaba como waterpolista y más específico, en nadador.

 

Para 1978, el comandante John Collins de la marina estadounidense creó el Ironman, y Dave se enteró de la competencia por la revista Sports Illustrated. Él sabía que su destino estaba en ese reto desde el instante en que el comandante le mostró la publicidad y las distancias que se correrían. “En ese momento se plantó la semilla y saber que otras personas estaban haciendo esa distancia en un día fue impresionante para mi”, comentó en una entrevista para un medio estadounidense el triatleta.

 

Después de hacer su primer triatlón en San Francisco, Scott debutó en Hawaii en 1980 con un tiempo de 9:24.33 para ganar la competencia y un par de años después bajó 10 minutos su tiempo para colocarse segundo y esperar la revancha que todo deporte te brinda.

 

Entre 1982 y 1984, fue la etapa en la que se convirtió en tricampeón de Ironman y logró bajar las 9 horas de competencia. Llegó en plan grande y se mantuvo en la cima de la competencia durante una década, como el rival a vencer para los participantes, especialmente para Mark Allen.

 

Entre 1986 y 87, Dave Scott aplastó sus tiempo con dos triunfos inobjetables en 8:28 y 8:34, respectivamente. Con esas victorias, el norteamericano se convertía en el máximo ganador del Campeonato de Ironman en la joven competencia y marcaba un estándar altísimo para los competidores del futuro.

 

Los años de gloria quedaron atrás después de el segundo lugar de consiguió en 1989 y 1994 porque después de esa etapa no regresó al podio en Kona, pero si dejó un legado que hasta ahora sólo Mark Allen ha podido igualar.