En sólo 4 pasos hazte ciclista

Puede que seas dueño de una excelente bicicleta de ruta o montaña, pero eso no te convierte en ciclista. Debes usarla, apasionarte por esta práctica y aprender ciertos detalles que te permitirán rodar durante mucho tiempo.

Empieza por un ‘fitting’, ajuste personalizado a tus dimensiones corporales, características y uso. Es una gran inversión para mejorar tu rendimiento y no lesionarte.

¡Pedalea! Puedes empezar por salidas de sólo una hora, dos a cuatro veces por semana. Fíjate bien en llevar una buena cadencia de pedaleo, de unas 85 rpm y permanece al menos seis semanas en niveles de intensidad intermedios, no elevados. 

Empieza colocándote no detrás, sino un poco de forma lateral, a una distancia de media bici de la que te precede. Cuidado cuando te pongas de pie, porque sin darte cuenta desplazarás la bici atrás y pondrás en peligro al ciclista que vaya detrás de ti. 

Cambia el ritmo. Cuando hayas pasado la etapa inicial de rodajes suaves y medios, introduce cambios de ritmo para seguir progresando, un par de veces por semana, en mitad de tus salidas de 60’ a 90’.

• Calienta bien y alterna 6’ fuerte con 4’ suave, repitiendo la secuencia de 4 a 8 veces.

• Calienta y haz series de 3’ con un desarrollo bajo y una cadencia alta, sin que la cadera te bote sobre la silla. Haz de 6 a 10 repeticiones, alternando con 3’ de esfuerzo suave en los que te bajen las pulsaciones.