El último entrenamiento antes de competir

Cosas que no debes hacer previo a tu competencia

 

 

Las últimas sesiones de entrenamiento antes de comenzar la temporada con los triatlones que tienes marcados en tu agenda son muy importantes. Si has entrenado bien las semanas previas, los días antes, necesariamente, debes descansar: es el momento de la famosa “puesta a punto”.

 

Se trata de dejar que el entrenamiento oculto salga a la luz y, para eso, es necesario darle al cuerpo el merecido descanso muscular y nervioso. Si te preparaste de forma correcta, tu físico ha evolucionado hasta convertirse en un organismo listo para la acción, el estrés deportivo y “meterle caña”.

 

Antes de aceptar esta sesión debes considerar que todo esfuerzo implica una pérdida de capacidad de rendimiento transitoria. Pasadas unas horas/días, según el tipo de entrenamiento realizado, la capacidad de rendimiento se recupera pero no al nivel inicial, sino algo ligeramente por encima; aunque esto dura también pocas horas/días.

 

Si consigues ajustar esta última sesión en cuanto a volumen, intensidad y momento adecuado, puedes encontrar ese “plus” de mejora que se verá reflejado en la competencia. Hablando de la última sesión de ciclismo, estos son algunos aspectos a considerar para las distancias sprint y olímpica.

 

1. El entrenamiento intenso de ciclismo provoca gran fatiga a ambos niveles: muscular y central o nervioso. Para recuperarse de un buen entrenamiento, hacen falta 3-4 días completos con sus correspondientes sesiones regenerativas.

 

2. El mismo entrenamiento realizado con un desarrollo u otro, tendrá más o menos implicación muscular, por lo que en las últimas jornadas de cara a la competencia habrá que inclinarse a realizar los trabajos de intensidad con algo más de cadencia de lo habitual, con desarrollos algo más fáciles.

 

3. La capacidad para mantener una elevada intensidad de esfuerzo durante los momentos clave de la competencia es el factor que más influye en tu rendimiento en las pruebas con drafting. Dicho de otra manera, tener la fuerza necesaria para soportar en el pelotón en el que vayas cuando la cosa se pone seria y/o la capacidad para entrar en el mejor grupo posible a la salida de la natación, en esos primeros kilómetros en los que se va a tope.