Cuadros de aluminio: ¿son buena opción?

¿Compiten con los de carbono? ¿Qué ventajas o desventajas tienen?

 

El aluminio ha estado en el mundo del ciclismo desde hace mucho tiempo. En los 80’s y 90’s fue la elección de algunos de los profesionales (en la época del acero), y antes de que el carbón se democratizara, también fue la opción de los mejores rodadores amateur. Es cierto que las preferencias han cambiado, pero el aluminio aún tiene mucha vida por delante, y la mayoría de atletas con un presupuesto medio podrán dar fe de las buenas prestaciones de este material. ¿Qué tan bueno es? 

Cuadros de aluminio.

El aluminio es un metal ligero, de baja dureza y buena resistencia a la corrosión. Se puede moldear de distintas maneras, y es muy versátil, lo que permite fabricar una gran cantidad de piezas y formas con él. Las propiedades del mismo dependen de la aleación (el metal con el que se combina), siendo las más utilizadas en cuadros 6061 y 7005.

Los cuadros de aluminio, a últimas fechas, han evolucionado mucho, y varias marcas te ofrecen opciones con pesos muy competitivos y propiedades de absorción cercanas a las de los cuadros de carbono. Además, es el material del que están hechas la mayoría de bicicletas a nivel mundial.

Presencia en el pelotón.

Si bien no tuvo la popularidad del acero en años anteriores, el aluminio fue parte de las carreras más importantes, como el Tour de France en varias ocasiones. Así lo podemos ver en bicicletas ganadoras, como la de Marco Pantani, hecha con tubería Dedacciai 7000-series, o la Pinarello PAris de Jan Ullrich. También es famosa la serie CAAD, de Cannondale, que a la fecha se sigue produciendo, y que en algún momento produjo las bicicletas del Saeco. 

En triatlón, al cambiar de bicicleta frecuentemente, los profesionales no son tan reconocibles por el modelo de bicicleta que utilizan, pero muchos de los triatletas del pelotón profesional siguen usando el metal hoy en día en sus cuadros.

Pros y contras.

Como ventajas, teneos que los cuadros de aluminio son:

•Más rígidos. Los watts se transmiten mejor a la transmisión y a las ruedas en un cuadro más rígido.

•Más económicos. Esta es la razón por la que muchos los prefieren a los cuadros de carbono.

•Más durables. Tienen una vida útil mayor a la de los cuadros de carbono.

Como contras:

•Son menos flexibles. Los baches, y en general las imperfecciones del pavimento se sienten mucho más. La rigidez que presumen como ventaja también puede ser una desventaja en este aspecto.

•Un poco más pesados. Si bien pueden lograr pesos por debajo del kilogramo, no siempre son ligeros. Los de carbón, por lo general son mucho más ligeros.

 

Los cuadros de aluminio siguen siendo una excelente opción, y si estás buscando una bici con gran relación calidad precio, te recomendamos que busques un cuadro de gama alta de este material.