¿Cómo se monta un sistema tubeless?

En apenas 15min, de forma relajada, podemos tener una rueda tubelizada. Aunque el proceso lo realizamos en un neumático para montaña (que bien podrías usar en triatlón X-Terra), los pasos son los mismos paralas bicis de ruta.

 

1.-Primero hay que limpiar la llanta, para pegar con garantía la cinta adhesiva de doble cara y el fondo de llanta de plástico amarillo. Aquí no hay más trucos que ser limpio y cuidadoso, pero eso sí, es imprescindible utilizar un fondo de llanta de la medida de cada una, tanto en diámetro como en anchura. El fondo debe entrar muy ceñido para que después no se levante fácilmente, además de cubrir bien dicha parte. Si se utiliza uno más estrecho, con seguridad al cambiar de cubierta la próxima vez, se retorcerá y levantará arruinando el sellado.

2.-Una vez pegado el fondo de llanta, colocamos la válvula. Debemos cerciorarnos de que ésta y en concreto su junta de goma, asiente perfectamente en la medida del agujero. Las válvulas suelen venir en tres tipos de juntas de goma intercambiables, a elegir según el orificio a tubelizar, y hay una cuarta junta para hoyos de llanta extra grandes, que se vende por separado para casos excepcionales. Esta salida de aire nunca debe apretarse con herramientas, la fuerza de la mano es suficiente. Un truco es aplicar una gota de aceite en la rosca de la tuerca, para evitar que el sellante, que en ocasiones transpira por esta zona, pueda dejarla tan pegada que después en ruta nos impida quitar la válvula si fuese necesario.

3.-Montamos la cubierta, mojando previamente la misma y la llanta para ayudar a sellar. Lo mejor es utilizar un pulverizador o una brocha. Y, lo más importante, usar agua sin jabón (porque puede afectar a las propiedades del sellante), añadiendo la dosis de líquido sellante correspondiente, según la medida de la rueda. 

Damos presión hasta que tapone el conjunto. Si se utilizan válvulas demostrables, hay un truco que ayuda muchísimo a sellar: es dar presión sin colocar el obús en la válvula, de manera que entra más aire de golpe. Una vez taponada la rueda, es cuestión de maña retirar el compresor, basta con poner rápidamente el dedo y quitar para colocar el obús. Sí, pierde presión, pero con una mínima práctica nos saldrá a la primera, por muy difícil que parezca. Ya sólo queda mover la rueda en todos los sentidos, para que el líquido sellante se reparta por el interior y selle perfectamente. Es un proceso que, dependiendo de cada modelo de cubierta, por su tipo de goma y construcción, puede llevar segundos o hasta un par de días. Lo normal es que en los primeros minutos se pierda más presión, y lógicamente es cuando hay que mover más la llanta, hasta que comprobamos que deja de tener pérdidas significativas. Un buen truco es salir a rodar unos minutos, para que la cubierta asiente correctamente, y si tiene poros semicerrados, éstos se abran para que el sellante cumpla su función. Pero si al día siguiente la rueda amanece en el suelo, no nos asustemos, echamos aire y repetimos la operación. Posiblemente, algún poro se abrió y dejo escapar un poco, pero en cuanto volvamos a hinchar y pegue, asunto solucionado.