¿Cómo protegerte de los gérmenes en las albercas?

Para la mayoría de nosotros, entrenar en alberca es una necesidad. No todos contamos con acceso a aguas abiertas y, por ende, nos vemos forzados a dar vueltas sin parar en la piscina del club o el gimnasio.

 

Para la mayoría de nosotros, entrenar en alberca es una necesidad. No todos contamos con acceso a aguas abiertas y, por ende, nos vemos forzados a dar vueltas sin parar en la piscina del club o el gimnasio.

 

Si bien este tipo de entrenamiento permite trabajar en nuestra técnica en un ambiente controlado, con distancias fijas y la posibilidad de registrar con precisión nuestros tiempos, también tiene ciertos riesgos.

 

La única forma de evitar la proliferación de bacterias dañinas en un cuerpo de agua artificial es la inclusión de productos químicos como el cloro. Pero, como reporta el New York Times, el problema no es el cloro en sí mismo, sino la combinación de éste con otras sustancias contaminantes que los nadadores llevan consigo, tales como productos para cabello, maquillaje y protectores solares, además de orina. Al mezclarse con el cloro, estas sustancias dan lugar a compuestos orgánicos volátiles que, si se respiran, resultan nocivos para la salud. Si al entrar a una alberca percibes un olor muy fuerte, es una señal de la presencia de este tipo de compuestos.

 

Un estudio publicado en Environmental Science & Technology Letters, enfocado en las reacciones entre el cloro de las albercas y la orina, analizó el contenido de acesulfame de potasio (ACE), un endulzante sintético, en 250 muestras de 31 albercas distintas. Los investigadores descubrieron que esta sustancia estaba presente en todas ellas. Lo interesante de esto es que la única forma en que el ACE podría haber llegado al agua es a través de la orina. Es decir que en prácticamente todas las albercas está presente este fluido. Así que no te engañes pensando que todos tus compañeros resisten las ganas de orinar mientras se encuentran dentro.

 

Esto no significa que debas dejar de nadar en alberca, sólo es importante que tomes algunas precacuciones. Las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades son las siguientes:

 

  • Mantente fuera del agua si tienes diarrea o una herida abierta.
  • Toma una ducha de un minuto antes de entrar al agua (con esto podrás eliminar la mayoría de las sustancias que se encuentren en la superficie de tu cuerpo).
  • De ser posible, elige albercas que se encuentren en exteriores o que cuenten con una ventilación adecuada.

 

 

 

Fuentes:

 

Lindsay K., Jmaiff Blackstock, “Sweetened Swimming Pools and Hot Tubs”, Environmental Science & Technology Letters, disponible en: http://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/acs.estlett.7b00043

 

Weintraub, Karen, “Is Chlorine in Swimming Pools Safe?”, The New York Times, disponible en: https://www.nytimes.com/2017/06/16/well/is-chlorine-in-swimming-pools-safe.html?smid=fb-nytimes&smtyp=cur

 

Centers for Disease Control and Prevention, “Steps for Healthy Swimming”, disponible en: https://www.cdc.gov/healthywater/swimming/swimmers/steps-healthy-swimming.html