Claves para la preparación de tu primer Medio Ironman

Te damos unos consejos para que los pongas en práctica si se acerca tu primer 70.3

 

Sigue estas recomendaciones para que puedas mejorar la preparación de cara a tu primer 70.3. Recuerda que serán fundamentales para poder lograr el éxito en tu competencia. 

 

o Planificación: sin una adecuada planificación, hecha al menos con cuatro meses de antelación, es muy complicado llegar en perfectas condiciones para afrontar la prueba. Hacer una programación correcta de nuestros entrenamientos, en función de nuestras características, disponibilidad horaria, es la base para superar el reto con éxito.

 

o Resistencia de base: no debemos olvidar que el triatlón es un deporte de fondo, para lo cual, lo más importante es tener una buena resistencia aeróbica, a base de rodajes largos y de baja intensidad en los tres deportes. Para evitar la monotonía y el aburrimiento que pueden suponer estas largas horas de ritmo fácil, podemos buscarnos compañeros para las salidas de bici, ejercicios de técnica para la natación o algo de música para la carrera a pie.

 

o Material cómodo y fiable: estos son los requisitos que deben reunir los materiales que uses para los tres deportes. Piensa que vas a estar muchas horas compitiendo y que con estos criterios, tu cuerpo te lo agradecerá. Es preferible tardar un poco más en las transiciones para cambiarte de ropa, si ello te hará sentirme más cómodo en cada uno de los segmentos.

 

o No te olvides de la fuerza: aunque el trabajo de fondo y por lo tanto, los ritmos fáciles son, cuantitativamente, la base del entrenamiento, no debes olvidar las sesiones con trabajo específico de fuerza y de fuerza-resistencia, al menos un día por semana, durante toda la preparación.

o Entrena tu estómago: tanto como tus piernas. Una de las claves para un buen rendimiento en carrera y también de las razones de un mal resultado, cuando hablamos de triatlones tan largos, es asimilar correctamente los alimentos, sólidos y líquidos durante la competición. Esta es una cualidad que se adquiere probando diversas estrategias, a veces por ensayo y error, hasta que encontremos la óptima.

o Llegar con hambre es mejor que llegar saciado: uno de los errores más comunes es que se entrena demasiado fuerte, demasiado cerca de la carrera, cuando, en una carrera tan exigente, donde vas a poner tu cuerpo al límite, la mejor receta es llegar descansado e impaciente por “devorar” kilómetros el día de la carrera, no antes.