10 mandamientos para entrenar cuestas

Aumenta tu fuerza en piernas

 

 

Cuando plantees un entrenamiento de cuestas debes tener en cuenta unas variables, a las cuales la mayoría de las veces no les damos la importancia que se merecen, pero que te ayudarán a sacar el máximo beneficio en este tipo de entrenamiento:

 

1. Elige la inclinación y longitud adecuada. Dependiendo del objetivo que busques a principio de temporada, puedes hacer las cuestas largas y según vayas progresando en tus entrenamientos, incluye las de mayor pendiente y más cortas.

2. No olvides calentar antes entre 15 y 20 minutos con un trote suave.

3. Sostén la cabeza y el tórax en una posición recta, esto te ayudará a respirar mejor y aprovechar al máximo la energía. Para mantenerte erguido, es importante mirar al frente y evitar mirarte las puntas de los pies. Inclina el torso hacia delante, eso mantendrá el momento de fuerza.

4.  Ten las manos abiertas en lugar de llevarlas cerradas (puños), esto contribuirá a que el cuerpo vaya más relajado, sin tanta tensión.

5. Intenta que las piernas tiren hacia afuera y arriba mientras asciendes. Si ejerces la fuerza hacia dentro, las mismas parecerán más pesadas y te costará más subir.

6. Visualiza la cima de la subida 20 metros después de donde está en realidad, de esta forma no te relajarás antes de llegar al punto más alto y tu entrenamiento será más efectivo.

7. Tus brazos llevarán el ritmo de tus piernas y te ayudarán a soportar la velocidad que imprimes, de manera que te propulsarás más eficazmente. Así que no te olvides de acelerar tus brazos al subir cuestas.

8. Mantén el mismo esfuerzo durante toda la subida, o incluso acelera en la última parte de la misma.

9. Después de un entrenamiento de cuestas, haz un trote suave de entre 15-20 minutos y evita tener un entrenamiento agotador al día siguiente.

10. ¡Disfruta!

 

¡OJO! Evita estar muy cansado del entrenamiento del día anterior, ya que tu musculatura y cabeza deben estar preparados para afrontar una sesión física dura y exigente. Las cuestas no deben realizarse solo como preparación específica. Aprovecha los entrenamientos largos y suaves para incluir alguna en tu recorrido.